Cronometrando el daño de un pederasta

Condiciones en que nace, crece, vive, se desarrolla, destruye lo que está a su alrededor y cómo se da fin a las andanzas de uno de los delincuentes más peligroso que usa el silencio para someter a niños, niñas y adolescentes

Qué es el abuso sexual infantil

  • Es la conducta en la que una niña o niño es utilizado como objeto sexual por parte de una persona con la que mantiene una relación asimétrica de desigualdad, con respecto a la edad, la madurez y/o el poder.
  • Es un delito invisible que en un 95% se desarrolla dentro de las paredes del hogar y ejecutado por personas referentes del niño.
  • En general no deja huellas visibles ya que no es habitual el uso de la fuerza física, excepto casos donde las marcas, escoriaciones, lesiones o musculatura vencida que se encuentran obedecen a sujeciones para ejercer penetración de penes, dedos u objetos en los genitales cuando ejecuta su cometido.
  • En el 50% de los casos de abusos no hay penetración de genitales u objetos, sino toques con malicia.

La sanación no depende de si hubo penetración o no, sino de cómo han impactado tales hechos en cada niño.

Cuáles son los tipos de abuso sexual infantil

Todos los hechos descriptos a continuación forman parte del abuso sexual infantil, aunque ni siquiera se toque al niño:

 Mostrar los genitales al niño.

Pedir al niño que muestre sus genitales

Exponer al niño a materiales pornográficos

Tener conversaciones telefónicas o métodos similares con el niño de contenido sexual

Obligar al niño a presenciar actos sexuales entre adultos o niños

Utilizar al niño para la producción de material pornográfico

Estadísticas generales – Frecuencia

De Cada 100 abusos 95 no se denuncian

De cada 10 denuncias por abuso sexual, 9 terminan en la más absoluta inmensidad

En América Latina y el Caribe, uno de cada 3 niños va a ser abusado antes de completar su etapa puerperal. Esto es igual a 224 niños por hora, 4 niños por cada minuto y cada 1 cada 15 segundos. Esto representa un total de 2.000.000 de nuevas víctimas por año.

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El abusador no ejecuta sus prácticas sexuales con el niño tan sólo una vez sino tantas veces como le venga en ganas agredirlo, demostrarle su poder, verlo sufrir o satisfacer sus necesidades sexuales.

El abuso sexual infantil es tan común como la gripe. La diferencia es que la gripe posee una vacuna que atempera o impide sus efectos y proliferación. 

Los porcentajes de abusos sexuales sufridos por niños se distribuyen en 60% a nenas y 40% en varones.

Quiénes son los abusadores

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El 94% de las personas son familiares, amigos, allegados y vecinos. Esto implica que en ese porcentaje el niño es abusado por personas que conoce y que son sus propios adultos referentes. En ese porcentaje los abusadores están protegidos por los integrantes del grupo familiar directo que se convierten en agresores también por cuanto conocen las actividades del pederasta y guardan silencio y lo ocultan.

Menos de 1 de cada 10 niños sufre abuso sexual por desconocidos.

Porqué motivo el niño no lo cuenta

  • Porque se siente humillado.
  • Porque una de las características que despliega el agresor es una suerte de contrato de silencio bajo distintos tipos de amenazas al niño.
  • El agresor manipula al niño y le transfiere la culpa y la vergüenza.
  • Niños que saben que si lo cuentan no le van a creer. En este sentido se incluyen jueces, peritos y defensores de menores

Las amenazas

Apelan a cualquier método que genere temor en la víctima diciendo por ejemplo:

No cuentes porque sino me van a meter preso y no me vas a ver nunca más. No cuentes porque no te van a creer. No cuentes porque yo diré que vos me lo hiciste. No cuentes porque voy a matarla a tu mamá. No cuentes porque si tu mamá se entera se va a matar. No cuentes porque sino voy a matar a tus hermanitos.

Estas mentiras son inverosímil para los adultos, pero para el mundo de los niños son sumamente creíbles. Usted como adulto podrá decir, qué tonto ese niño, mirá lo que creía, pero esa claridad ocurre en su cabeza, no en la del pequeño.

Abusadores intra familiares

Abuelos, padres biológicos, tíos, hermanos, primos, padrastros. Surgen de esta visión algunos aspectos tales como:

Es un mito creer que los padrastros son los pederastas más activos cuando en realidad son los padres biológicos o adoptivos.

Qué edad tenías cuando fuiste abusado

El 77% de los casos es antes de los 12 años de edad. (6 a 8 años para niñas y 7 a 10 para niños). Por ello las campañas contra el abuso sexual infantil deben ser dirigidas hacia los más pequeños para llegar a ellos antes que les ocurra.

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El niño/a en qué porcentaje cuenta que fue abusado

  • 4 de cada 10 personas que fueron abusadas no lo contaron.
  • De las 4 personas que contaron el 55% no recibe ayuda.

Cuando la persona más rápido dice, explica, cuenta el abuso que sufrió se restaura más aceleradamente el pronóstico de su sanidad. Cuanto más tiempo lleve esa carga dentro de él empeora su circunstancia.

Diferencias entre un niño golpeado y un niño abusado

Cuando un niño es golpeado físicamente se le genera bronca, rabia, ánimo de venganza inmediatamente después de la agresión. Cuando es abusado sexualmente no le sobreviene ese sentimiento sino apocamiento, humillación, vergüenza pero, a medida que pasa el tiempo y comienza a comprender lo que le pasó, ese menoscabo se transforma en ira, rabia, enojo, por eso hay personas que han sido abusadas de pequeños y tienen arranques de fastidio, ira, bronca, a diferencia de las personas que fueron golpeadas físicamente que dicho estado les va desapareciendo con el tiempo y hasta pueden llegar a perdonar u olvidar.

Las personas que no reciben ayuda son propensas a guardar una lesión abierta que de a poco con los años, muestran esa realidad interior que les aflora bajo diversos aspectos como baja estima y problemas emocionales, espirituales o físicos.

Reacción de la familia ante el abuso

Si el abusador pertenece al seno o entorno de la familia, generalmente la madre no denuncia, al contrario lo oculta, lo justifica o lo niega. Muchas de estas mujeres, han sido ellas mismas abusadas desde niñas y han perdido la capacidad para defender a sus hijos.

Por eso el niño es doble veces víctima: del victimario, el ejecutor de la acción y del progenitor a quién le contó y no hizo nada.

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Es muy común escuchar personas adultas que dicen: “Yo sé que mi mamá sabía pero nunca hizo nada”. Si te asomas a ese espíritu se observa bronca, impotencia, angustia, que en general, con la edad cada vez crece con mayor intensidad.

Esto genera un circuito vicioso…que incluyen a padres que dicen no denunciar porque saben que no tendrán respuesta de la Justicia.

No obstante se debe denunciar, no por venganza o por revancha sino como prevención ya que en un porcentaje altísimo no tienen cura y reinciden permanente.

De ello resulta que el único medio que tiene la población frente a la inoperancia de la Justicia es exponiéndolos públicamente para que sean conocidos por las personas y estén prevenida de sus acercamientos y tenga la opción de cuidar a sus niños de estos depredadores sexuales, que se adueñan de la integridad sexual de los más pequeños de la Comunidad.

Sacarlos de sus madrigueras y exponerlos públicamente es el único antídoto sobre este tipo de depredadores insaciables.

Qué pasa con el niño/a abusado cuando es adulto

En general el 30% de las personas abusadas podrían convertirse en abusadoras. En realidad es una buena noticia ya que el 70% de ellos, sumamente comprensibles del dolor que sufrieron cuando eran niños, al convertirse en adultos se transforman en defensores de los más pequeños en este sentido.

¿Los pederastas se arrepienten?

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Encuestas serias sobre pederastas presos indican que el 100% de estos depredadores, ya condenados y aun estando en prisión no se arrepienten de lo que hicieron, en todos los casos lo justifican, le echan la culpa a la víctima y confiesan que si quedan en libertad lo volverán a cometer si tienen la oportunidad.

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¿Porque son reincidentes?

Los abusadores creen que al niño le gusta ser abusado. Los familiares del niño abusado creen que si las circunstancias se desarrollaron en un contexto de besos y tan sólo “toqueteos y caricias”, el niño no va a sufrir ningún tipo de daño.

Por el contrario, el pederasta no utiliza el beso o la caricia en el sentido que se cree, sino como actos de manipulación  a dónde utiliza el afecto del niño para sostener el secreto.

Son grandes simuladores. Ellos creen que ningún test psicológico los va a descubrir. Ellos creen que pueden engañar a todo el mundo, haciéndose pasar por inocentes y eximidos de toda culpa al ostentar el rol de padres, abuelos, o tíos del niño.

Esta cuestión radica en que son perversos. No consideran ni perciben que están haciendo algo malo, por el contrario gozan con el sufrimiento físico, mental, espiritual o emocional que observan en la criatura en el momento de la ejecución del despliegue malicioso y utilizan el poder que les da el vínculo que tiene con el pequeño y el amor que el pequeño le tiene a él.

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Frente a todo esto, en la familia tienden a ocultarlo, como se dice vulgarmente, “meten la basura por debajo de la alfombra”. El mensaje que recibe el abusador entonces es “hágalo, todos sabemos pero estamos dispuestos a callarnos, continúe, siga haciéndolo”.

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Cabría preguntarnos ¿qué le hace creer a esa familia que el abusador por sí solo va a dejar de hacerlo?. Esa continuidad y la complicidad de las familias hacen que existan casos de herencias de generaciones de abusadores, en donde se la escucha contar a la abuela, que tal o cual miembro familiar era abusador todos lo sabían y nadie lo denunció. Forman parte de una especie de maldición generacional, en donde la madre, la hija, la nieta, todas fueron abusadas y todos conservaron íntegra esta necesidad del depravado de tener su mancebo propio.

La inmensa mayoría de niños abusados no son víctimas por una sola vez, ese es otro de los motivos por los cuales el abuso se termina naturalizando en la casa. Por eso el niño, con la complicidad de sus familiares termina aceptándolo. A ello hay que sumarle que el niño interpreta que si el familiar le hace eso es porque lo quiere mucho y es normal que le pase eso ya que una criatura no sabe diferenciar el amor de la perversión sexual.

Si no hay violencia física en el abuso, el niño no se da cuenta de la anormalidad sino cuando transcurre el tiempo y llega a tener condiciones para comprender que esas conductas eran maliciosas, eran dañinas y le hacían sufrir.  Para el abusador esas conductas son sexuales, para el niño tan sólo algo que parece ser normal por cuanto a pesar de su dolor los que dicen amarlo no dicen nada.

Cuando descubre esto, sufre de dos maneras: Por el abuso en sí mismo y porque pierde la figura que para él era importante…por ejemplo su padre.

Cuando decidimos intervenir, ¿qué debemos hacer?

1) Lograr que el niño nunca sufra una vez más el abuso sexual. Si el agresor está en el hogar hay que hacerlo sacar con la Justicia de modo inmediato. Si no es posible, de alguna manera poner a resguardo a ese niño o a los que estuvieran bajo la influencia del pederasta. También se puede pedir ayuda a ONGs, entes de minoridad y familia o similares.

Cuál es el primer abordaje adecuado

Cuando encontramos casos de niños abusados los adultos creen que inmediatamente deben colocar al niño bajo tratamiento cuando en realidad la familia es la que debe ser intervenida. Un profesional, para trabajar esta temática con el niño debe cumplir dos requisitos: a) tratamiento lo más corto posible y b) con la determinación de un objetivo claro.

Una vez descubierto el abuso el niño no precisa intervención terapéutica sino todas las certificaciones de médicos forenses o especialistas que tiendan a probar, en su momento, si es posible de modo científico que fue abusado y con ello, algo que siempre se olvida como es el resguardo de las pruebas (certificaciones médicas, imágenes o videos del rastro físico del abuso y todo lo que pueda servir, judicialmente para incriminar al autor material y/o intelectual de dicho delito, antes que desaparezcan por el transcurso del tiempo.

Los mitos

  • Uno de los mitos o creencias populares indica que la madre utiliza el relato de su hijo abusado para vengarse del padre o de algún familiar.
  • El niño no puede fantasear sobre una actividad sexual a no ser que esté expuesta. Un niño sí puede tener fantasías respecto de Papá Noel, del Ratón Perez o de algún super héroe, pero de ninguna manera tienen capacidad para imaginarse, por ejemplo una penetración sexual, por cuanto no pueden describir actos sexuales con detalles a menos que estén expuestos.
  • Antes de los 10 años los niños no tienen capacidad para hacer argumentaciones sólidas y precisas. Por otra parte cuando el terapeuta lo hace dibujar no puede dibujar un pene de un adulto en actividad si no lo vio, eso resulta imposible.

En este sentido, si hubiera un complot de la madre y el niño se desbarataría fácilmente, no puede ser sostenido ante especialistas intervinientes.

  • Cuando más pequeño es el niño es más confiable lo que relata.

Hay que creerle al niño cuando habla de una experiencia sexual, no tan sólo por su relato y detalles sino porque sería una torpeza negarse a escucharlo. Recuerden que para poder expresarlo la criatura ha tenido que vencer las presiones asfixiantes con las que el pederasta le manipula su voluntad.

  • La homosexualidad nada tiene que ver con la pederastia, al punto que como se podrá estimar, la mayoría de los niños son abusados por personas heterosexuales.

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La frase: “el tiempo lo cura todo” en estos casos no funciona, el tiempo, el transcurso del tiempo, como ya lo expresé más arriba perjudica al niño definitivamente, por ello apenas se conoce hay que actuar.

Siempre la intervención a partir del conocimiento es positivo. No importa si pasó 50 años del abuso. Tener la posibilidad de decirlo y ser escuchado de modo activo lo descarga de la angustia y de la bronca que guarda dentro de sí. Hay que hacerlo comprender que entre dos, es más fácil acarrear algo pesado.

La hermana mayor

En general, si el abusador es alguien de la familia, la madre no denuncia, pero sí suele hacerlo la hermana mayor, ¿por qué?

Simple, ella también ha pasado por esa situación y piensa: “a mi hermanito no”. Ella le saca pecho a la vida y dice NO.

Finalmente la hermana suplanta a la madre por que la madre ha perdido la capacidad para defender a su propio hijo, porque es una mujer sometida, porque ella también es abusada, o porque no quiere perder la integridad o el buen nombre de su familia o correr el riesgo de quedarse sin el proveedor de la casa.

Cómo funciona la actividad de amparo de la hermana mayor

La inmolación del mancebo

En la sociedad lo más marcado frente al abuso sexual de niños es la insensibilidad. Ese efecto, la hermana lo ha vivido por cuanto, por ejemplo ya tiene 16 años y ha sido abusada por el mismo depredador desde pequeña y nadie de su entorno familiar ni siquiera amagó ayudarla ni escucharla.

El abusador cuando intenta abusar a la hermana para negarse ella aduce no estar disponible, para presionarla el pederasta le dice: “Si no te dejás lo agarro a tu hermanito”. Ante tamaña circunstancia la víctima (hermana mayor) se inmola, se entrega voluntariamente para proteger a su/s hermano/s…se deja abusar.

A partir de esta situación la hermana cae en la cuenta que lo que el abusador decía desde siempre era mentira, era tan sólo una amenaza. Analiza esto en soledad y lo denuncia en un intento de salvarse junto a su hermanito/s.

Cuando hace la denuncia se encuentra con gente que le dice: “Cómo, recién lo decís”” “Te debe haber gustado…” En ésto se incluye a los propios defensores y jueces de menores.

Ese secreto que la hermana logró destruir es importante. Hay que animarla, contenerla, ayudarla, hacerle ver que es muy importante lo que acaba de hacer. No alentando su condición de víctima sino mostrándole otra perspectiva no tan sólo para ella sino también para quién ella está dispuesta a salvar: su/s hermanito/as.

Si no ayudamos, la hermana, puede caer en situación suicida porque no encuentra la salida y ve la muerte como la única solución.

El niño precisa alguna condición especial para ser potencial víctima de abuso sexual? Síntomas

Cualquier niño puede ser víctima de abuso, ya sea extrovertido o introvertido. Hay niños extrovertidos que pueden ocultarlo y no hay manifestaciones visibles, consecuencias que se puedan advertir a simple vista de modo inmediato tales como: Disminución del rendimiento escolar, furia intensa, pero cuando crecen, cuando llegan a la edad adulta, aunque pueden ser personas exitosas profesionalmente, de a poco se observa en ellos que tiene problemas devenidos de su baja autoestima.

Nuevos aportes de la ciencia médica para ayudar a estos niños

Hay una nueva especialidad dentro de la medicina que se llama Neuropsicoendocrinología

La misma trata la relación entre la infancia y problemas de salud crónicos, tales como problemas de dolores, de autoinmunidad, crónicos. Tanto es así que cuando no mejora se le recomienda que vaya al psicólogo, porque se descubrió que hay personas que tienen dolores en el alma, generados, de origen en su infancia.

A esas personas que chocan siempre con la misma piedra, que se quejan de los mismos dolores siempre, comienzan su cura a partir del buceo de su infancia. Incorporando este facto, la ciencia médica ha logrado pasos importantes en la sanación de esas conductas repetidas, habituales en la persona.

El silencio: El mejor aliado de los abusadores

 El abusador infantil para ser exitoso entabla una suerte de contrato de silencio con el niño, siempre generándole dudas, amenazas y miedos. El abusador en general es públicamente amable, simpático, se muestra confiable, dulce, inocente, tierno, comprensible, solidario, condescendiente con los niños, de apariencia inofensiva. Tanto esto es así que cuando descubrimos el abuso, lo primero que hacemos es descreer del relato del niño, a lo que se le suma la relación del niño con el pederasta…su padre, su abuelito, etc.

Pero OJO, no se olvide que los abusadores son maestros del engaño, artistas de la simulación, mentirosos, narcisistas. Su vulnerabilidad radica en que ellos creen que van a poder engañar a todo el mundo haciendo creer que son inocentes. Esta auto confianza se debilita frente a la publicidad de sus acciones, que lo sacan de su privacidad y lo exponen ante la Sociedad.  La exposición pública, como el sol a los vampiros, los destruye.

Esta maquinación es lo que los diferencia del violador, éste es violento, actúa con arrebato, el abusador es premeditado, planifica todo, comenzando primero por conquistar a la familia donde va a perpetrar su acción cuasi diabólica.

No es fácil abusar a un niño, hay que eliminar un sinfín de obstáculos: hay que granjearse la aceptación y confianza de sus progenitores, del grupo familiar, luego hay que abordarlo al niño y controlar que no vaya a contar nada, todo eso está calculado, premeditado, no es un arranque o producto de una frustración sexual. La impunidad que logran se debe a falta de capacitación para la detección de sus artimañas por parte de los que comúnmente escuchan al niño y por la insensibilidad y desinterés que causa este tipo de delitos en los funcionarios judiciales.

Los dichos del abusador que amparan y justifican sus acciones

“Fijate cómo están los adolescentes hoy en día”, “Sexualmente están en ebullición”, “Parecen de 18 años y sólo tienen 12”….

En el caso de abusos contra adolescentes, el abusador siempre ostenta poder. Actúa hipnotizando al o la adolescente que está creciendo, que “adolescente” de evolución espiritual para comprender a lo que se expone y que por su edad busca experiencias personales que la introducen en el mundo de los adultos que está explorando. Puede ser saludable si las experiencias sexuales las realiza con sus pares, pero nunca con la interposición de un adulto. Ese adulto la entrampa, entonces, por eso, al escuchar el relato de una adolescente no debe decírsele, por ejemplo: “por qué no te defendiste”, “por qué no le pegaste una trompada” ya que puede provocar una frustración respecto de la decisión de contar lo que le ha pasado.

La pederastia en la política

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Interpretan que el niño no sufre ninguna consecuencia con ello y tenemos a nivel internacional casos muy importantes de este tipo de grupos como por ejemplo en Holanda que formaron un partido político de pederastas que al borde de ganar las elecciones nacionales para la presidencia fueron impugnadas por la Justicia de ese país. Fundamentos del partido pederasta de Holanda

En Argentina hay casos emblemáticos de pederastía dentro del poder tales como este personaje llamado Eugenio Zaffaroni que siendo juez dictó fallos pro pederastas como este:  “Si hay oscuridad no hay abuso sexual infantil”

Toda América Latina, salvo Costa Rica y Uruguay, el consentimiento sexual es de 14 años, Argentina 13 años. Los pederastas en la función pública pretenden bajarla cada vez más.

Las experiencias en derechos humanos en general y el abuso sexual infantil en particular, han demostrado hasta acá que no a todos los gobiernos les interesan los niños.

Toda la comercialización con niños como la pornografía y la prostitución infantil, el desguace de órganos, la utilización de bebés para el traslado de drogas en sus genitales, la mendicidad, la utilización de bebés para sexo oral en bodegones latinoamericanos genera tanta cantidad de dólares y ha conformado una industria tan próspera que ha pasado a ser la segunda fuente de dinero ilegal en el mundo, luego de la venta de armas.

Cuál es la propuesta

Hay una movida internacional que se despliega paralelamente a esta desgracia humana, de gente que le hace a este desgarrador delito una verdadera lucha frontal a través de carreras universitarias especiales para la detección del abuso, organizaciones sociales que trabajan a diario en esta problemática.

Cuando decimos estas cosas estamos corriendo el límite de la pederastía internacional. Con estas charlas los estamos haciendo retroceder.

Para ello es necesario que usted, cuando lea estos datos se encienda, se prenda como una inmensa luz interior que ilumine este tema. No se deje apabullar, no piense que estas son cosas que no le interesa saber o que le hacen daño conocerlas, por el contrario, el conocimiento es poder y entre todos podrá ser más fácil la lucha contra uno de los delitos más aborrecidos y temidos por las personas.

Las madres encubridoras cumplen una función letal para el niño, he escuchado justificaciones de ellas como por ejemplo: “Y qué quiere, el es hombre y ésta se paseaba en bombachita por delante de él”.

Debemos liberar a los niños. Los adultos son los únicos que pueden dañar a un niño, y ellos mismos, los adultos son los que tenemos las soluciones para curarlos y que esto no ocurra en la vida de los que vivimos diciendo que son nuestro futuro.

Conociendo esto, siempre llegamos a tiempo para salvar a un niño, negándolo, haciendo como que no vemos o no sabemos, acompañamos, justificamos y facilitamos el horror que provoca un pederasta en la vida de las criaturas.

El abuso sexual a los niños les crea tanta angustia, que en oportunidad de haber visitado escuelas primarias y conversado con ellos y con los docentes, ambos, nos dieron casos de ellos mismos o de otros compañeritos que sufrían este tormento en sus casas.

Estas reflexiones que usted leyó en general no están en libros, sino que se desprenden de más de 20 años de experiencia en trabajar con criaturas abusadas y haber sido yo mismo víctima de dos depredadores, un cura y un profesor de matemáticas a mis 7 y 9 años.

Escribió Julio César Ruiz

 

 

 

 

 

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