La Trata y el Tráfico Humano en Argentina

El Tráfico Humano en la Argentina

Mientras siguen desapareciendo niños, niñas, adolescentes y mujeres, sólo se muestran mentiras, en un escenario falso, hipócrita y manipulado por conveniencias personales e intereses de política sectorial.

Tampoco, nadie dice nada de los bebés que a diario desaparecen de Santiago del Estero y de otras 12 provincias argentinas más.

Son distribuidos para cumplir roles de hijos al extranjero, o para incorporarlos en los delitos más aberrantes e inconfesable que una mente humana pueda concebir.

Para los “luchadores y referentes actuales contra la Trata y el Tráfico en Argentina”, los bebés pertenecen a un raro género excluido de la solidaridad y humanidad.

En Argentina nadie dice nada, al punto que robar un bebé no es delito de trata de personas.

En Argentina, desde el punto de vista político no se observa que sea un país con interés de terminar con la Trata de Personas, menos aún con el robo de recién nacidos.

En los Foros, Congresos, Reuniones, Encuentros, Talleres, a los que asistimos, siempre escuchamos, las cosas, que no por casualidad, todos sabemos y son de público conocimiento. Se ha naturalizado de tal manera el Tráfico Humano en la Argentina, y nadie lucha en la práctica sobre él, que nos hemos relajado, y resignado ante la desolación que nosotros mismos conocemos y nos cansamos de decir a los demás.

Hemos aprendido a co-existir con datos confusos, insuficientes, vacíos de conocimiento, sin reconocer siquiera la diferencia entre una mujer desaparecida y explotada con una fuga de hogar, lo que provoca, que ni siquiera sepamos con qué luchar, contra quién, para poder elegir las herramientas.

Últimamente nos quieren hacer creer, que hay que capacitar a la policía y que las fuerzas de seguridad, con estas pláticas persuasivas en tiernos talleres capacitadores, van a desistir de percibir los dineros millonarios que nosotros mismos decimos que ganan como sustentos paralelos provenientes de la prostitución y la explotación más vil de los humanos.

Tampoco sabemos quienes somos nosotros, las organizaciones no gubernamentales de la Argentina que seriamente luchamos contra este flagelo, por cuanto los referentes, en la práctica, son grupos de personas cooptados de diversas maneras, por el Gobierno Nacional, para mostrar que en la Argentina se enfrenta a mafias de la Trata.

Ellos, con su Susana Trimarco y sus mentiras conforman una especie de “estirpe de intocables”, que quién se anime a sólo hablar de ella puede entrar en cualquier tipo de desgracia. Recomendamos el libro de investigación del periodista Christian Sanz TRIMARCO SA

Tampoco la federalización de la Ley de Trata, ha demostrado ser una solución. Esa creencia, ya envejecida, obsoleta y miserable, que sirvió para ser, una vez más presas del tiempo y objeto de manoseo institucional o la mera creencia que la ley arregla todo.

En el 2010 se está generando un Congreso Internacional sobre la Trata en Tucumán, Argentina, donde volveremos a ver la misma fotografía, en el escenario de siempre…Por un lado los que dicen que saben. Por allá, los otros, contando su dolor personal. Allá arriba los que ostentan que tienen la solución, obviamente siempre como propuesta intelectual… y en la platea, los oyentes que una vez más escucharemos qué mal que nos va.

En un lugar prominente, alguna autoridad gubernamental diciéndonos que ya inauguraron más oficinas sobre la Trata, que pusieron más patrulleros, o que habilitaron un teléfono para denunciar. Para el final, un profesional nos explicará qué tremendo es el daño y el dolor que sufre una persona traficada.

Escribió Julio César Ruiz

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