Caras y Caretas: Caso ginecólogo Eduardo Torres (Salta)

EL MÉDICO CARLOS EDUARDO TORRES, DUEÑO DE LA CLÍNICA INVESTIGADA, DESAPARECIÓ DE ROSARIO DE LA FRONTERA

Investigan una aceitada banda dedicada al tráfico ilegal de recién nacidos

Madre arrepentida, Daiana Pintos (der) con su tía María dan la cara y quieren recuperar al bebé

Madre arrepentida, Daiana Pintos (der) con su tía María dan la cara y quieren recuperar al bebé

Sospechan que a la Ciudad Termal (Rosario de la Frontera, Salta, Argentina) llegaban parturientas que luego entregaban a sus hijos a los compradores.

Al menos ocho ventas de recién nacidos se habrían verificado en la clínica MediRos, ubicada en la avenida Sarmiento 1146 de la ciudad de Rosario de la Frontera y propiedad del médico ginecólogo Carlos Eduardo Torres.

Así lo confirmó ayer el subjefe de la Policía de Salta, Mario Paz, quien reconoció que los investigadores tienen la certeza de que la venta de un bebé que fue dado a luz a mediados del año pasado, hijo de una adolescente oriunda de La Banda (Santiago del Estero), es, apenas, la punta del ovillo de una actividad ilícita que tenía a Rosario de la Frontera como epicentro. “Lo que intentamos establecer es la razón para que una embarazada santiagueña diera a luz en una clínica privada del sur de Salta”, sostuvo Paz, que en la década pasada, como jefe de la Brigada de Investigaciones de Metan, comenzó a estudiar el tema.

Paradero desconocido

En tanto, Carlos Torres, el dueño de la clínica, dirigente justicialista y sospechoso de haber realizado el parto ilegal y participado directamente en la venta del hijo de Daiana Pintos, la adolescente bandeña que denunció a su propia madre por el hecho, no pudo ser detenido ayer porque había desaparecido de la ciudad. Según fuentes policiales, al conocer que iba a ser arrestado, “se hizo gas” para preparar una estrategia defensiva. Tanto Torres como Claudia Jiménez -la madre de la niña que dio a luz- y el matrimonio tucumano de Hugo y Cintia Díaz -los compradores- se encuentran acusados de “supresión de la identidad, retención y ocultación de niños”, que conllevan penas que alcanzan los 15 años de prisión.

Jiménez fue traslada por una comisión de la Brigada de Investigaciones desde Santiago del Estero hasta el penal de Metan, en donde se encuentra desde ayer a la tarde.

Un médico de gran personalidad

Carlos Eduardo Torres (49), el médico rosarino que es buscado intensamente por la Policía de la Provincia por ser considerado una pieza clave en el engranaje de una supuesta mega organización de tráfico de bebés, recibió su título profesional hace 20 años, es padre de tres hijos y está casado con la abogada Nancy Troychuk, encargada de la Oficina de Mediación de la Municipalidad de El Tala.

Ambos son personas de alto perfil, especialmente el galeno, quien es miembro de la planta del hospital Melchora Cornejo.

En 2005 inauguró en el barrio Manuela Gorriti la clínica privada CMedi-Ros (Clínica Médica de Rosario de la Frontera).

Torres es un amante del fútbol, con permanente participación en equipos de la Liga de Veteranos.
Actualmente preside el club Normal Rosarino.

Es congresal por el departamento de Rosario de la Frontera del Partido Justicialista de Salta y ha sido, sin suerte, candidato a diputado en 2007 y 2009. Desde ayer su clínica privada, en avenida Sarmiento 1147 y su domicilio particular, en Juana Manuela Gorriti esquina Antonio Alice, en el barrio Yrigoyen, están cerrados.

Otra mamá clama por su nena

Al igual que Daiana, la adolescente santiagueña que hace seis meses dio a luz a su hija en Rosario de la Frontera y luego denunció a su madre por haber vendido al bebé, otra joven de esa provincia, residente en el barrio Santa Ana de Salta, sufrió también el desgarro de que le saquen el fruto de su vientre. Es el caso de Noelia Ledesma, quien el 22 de agosto de 2000 alumbró en la Maternidad Provincial a María Antonella.

“Estaba sola. Había llegado aquí desde Santiago para terminar el secundario y me enamoré. Pero cuando tuve a mi hijo, mi ex novio, Diego, que ahora trabaja en la Justicia, ya me había abandonado”, relató, con lágrimas en los ojos.

“No pude disfrutar de mi hijita porque mi hermana Clara me la sacó. Me dijo que conmigo iba a ser infeliz, y que ella y su esposo, que era policía federal, la harían feliz”. Según la mujer, que mostró todas las denuncias que realizó desde hace nueve años, el médico Ramón Martearena firmó un certificado de “nacido vivo” a favor de Clara Ledesma, como si hubiera sido alumbrada en su domicilio. Extrañamente, en la Maternidad faltarían dos hojas de los nacimientos de aquella época. Lo único que se pudo recuperar son las huellas plantales de la beba.

El caso se encuentra a cargo del juez Carlos Soria.

En la actualidad la niña vive en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe.

Noticia del Tribuno de Salta del 06.01.2010

ULTIMO MOMENTO: El médico Torres, que estaba prófugo se presentó ante la Justicia

Carlos Eduardo Torres, el médico rosarino cuya clínica sería el eje de un negocio terribleRIBLE

Carlos Eduardo Torres, el médico rosarino cuya clínica sería el eje de un negocio terrible

07.01.2010 Diario El Tribuno de Salta

Trafico de bebés: quedó detenido el médico Torres

La mujer, sin recursos, imputada del delito, misteriosamente, pasó a tener dos abogados defensores metanenses.

Claudia Jiménez (40), la abuela de La Banda, Santiago del Estero, acusada por su hija Daiana Pintos (17) de haberle vendido a un matrimonio tucumano el bebé que dio a luz en junio del año pasado, fue la primera protagonista.

La mujer fue detenida el pasado 27 de diciembre en su ciudad por orden del juez metanense Mario Dilascio y el martes pasado llegó a Metán, donde ayer fue trasladada al despacho del magistrado accidentalmente a cargo del caso (por la feria judicial), Mario Teseyra.

Pero hubo sorpresas: sin que Jiménez, una persona de escasos recursos, lo hubiera solicitado, un abogado la aguardaba en la puerta de Tribunales para hacerse cargo de su defensa. Se trata de José Horacio Retuerta, letrado metanense, quien también sorprendido, reconoció que el caso le llegaba “por encargo” de colegas tucumanos y que desconocía no sólo el expediente sino la identidad y aspecto de su flamante clienta. “Un ex compañero de la facultad me llamó por teléfono para pedirme que la defienda. Me dijo que ‘ellos’ (sic) no pueden hacerlo porque no tienen matrícula acá en Metán”, explicó.

Lo primero que hizo Retuerta fue decirle que se abstenga de declarar.

En el aire quedó una pregunta: “¿Quién cubre los gastos de la defensa desde la vecina provincia?”.

Torres se presentó

La torrencial mañana metanense deparaba más sorpresas. Alrededor de las 11, el ginecólogo de Rosario de la Frontera, Carlos Eduardo Torres, imputado de haber asistido el parto y extendido un certificado de nacido vivo trucho, se presentó espontáneamente en el juzgado de Teseyra junto a dos abogados: Humberto Alvarez y Guillermo Barrera, cuñado del juez, lo que, por ello mismo derivó en que el magistrado se inhibiera de seguir con la causa. En su reemplazo asumió Sebastián Fucho.

“Esto no es casual. Se trata de una maniobra para ensuciar la cancha y darle tiempo a que los acusados tengan tiempo de pergeñar una estrategia defensiva”, dijo una fuente judicial.

Empero, el médico Torres, cuya clínica se sospecha sería el eje operativo de una red de tráfico de recién nacidos, quedó detenido y fue retirado bajo custodia de efectivos de la Brigada de Investigaciones.

Su declaración se postergaría hasta hoy en horas de la tarde.

Mientras tanto, en Salta, el subjefe de Policía, Mario Paz, se mostró conforme con el desarrollo de los acontecimientos. “Estamos ad portas -dijo- de asir, luego de años de pesquisas, con el hilo conductor que nos lleve al desbaratamiento de una aceitada red de traficantes de recién nacidos, un negocio deleznable, pero de ganancias inimaginables”, expresó.

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