"Si frenaran el tráfico de bebés, adoptar demoraría un año"

María del Carmen San Martín titular del Registro Único de Adopción (RUA) Mendoza-Argentina

Creado el 05.07.2012: Fuente DIARIO UNO

“Si las maternidades nos avisaran de cada mujer que después del parto abandona a su bebé, una pareja tardaría un año para adoptar y no seis como sucede ahora”. La titular del Registro Único de Adopción (RUA), María del Carmen San Martín, reflejó así la dimensión del tráfico de niños en la provincia (Mendoza) problemática de larga data pero que hoy se renueva con el caso de dos mendocinos que presionados por una denuncia tuvieron que devolver una beba que habían comprado a una mujer riojana por $ 5.000.

Para la máxima autoridad del RUA, la entrega de recién nacidos ilegalmente supera a la cantidad de adopciones legales, aunque no hay ni allí ni en otros organismos del Estado números para aseverarlo. Sí hay nombres y expedientes. Basta recordar que en 2009 se desbarató una banda, encabezada por la médica Silvia Lorenzo, que se dedicaba a vender menores, además de practicar abortos, en Guaymallén.

María del Carmen San Martín habla de un círculo vicioso: “La gente va a buscar niños al ámbito ilegal porque hay esperas en el ámbito legal y, por su parte, las demoras se producen porque los niños (recién nacidos, que acaparan la demanda) se depositan en el circuito ilegal”.

Todavía no está tipificado penalmente el delito de “compra y venta de bebés”, aunque por el hecho denunciado en La Rioja, la madre y una mujer que colaboró en la entrega fueron imputadas por “supresión y sustitución de identidad”, contemplado en el articulado del Código Penal.

“Lo más frecuente es que alguien que va a parir se interne con el documento de la mujer que se lo va a llevar, el certificado de nacido vivo sale con el nombre de la persona que en la puerta se apropiará del niño”, dijo San Martín.

Con ello evidenció que hay una participación activa de empleados públicos, por ejemplo, de los hospitales, ya que esta irregularidad difícilmente pueda existir sin la ayuda de alguien que conozca el manejo interno del centro asistencial.

Trámite fácilmente alterable

En Mendoza como en el resto del país se aplica desde enero un sistema por el cual se tramita en el hospital el documento del bebé, se le toman los datos biométricos (fotografía y huellas digitales) y el documento les llega a sus padres al domicilio en 15 días.

La titular del RUA entendió que no es la solución al fenómeno de venta de niños: “La documentación del menor puede hacerse teniendo como referencia un documento falsificado o que no corresponde a la madre. Lo que quiero decir es que el trámite es fácilmente alterable”.

Y en este punto su opinión fue diferente de la que tuvo al respecto la titular del Registro Civil, Olga Videla: “Creo que no puede pasar, el certificado de nacimiento es en base al documento de la madre. Si el mismo tiene alguna modificación o está adulterado no se acepta”.

Lo dice y añade que una madre puede presentarse en el hospital sin su identificación, caso en el cual tiene que llevar a dos testigos que acrediten que es quien dice ser.

También puede retirarse sin documentar a su hijo, como ocurría corrientemente, aunque para Videla hay muchos avances en ese sentido. Uno es el nuevo documento, cuyo formato es inalterable. Otro es que con el sistema implementado en los hospitales se consigna el día que volverán a tramitar el documento, información que permite hacer un seguimiento.

Ilegalidad versus adopción

La realidad tiene muchas aristas, tantas como actores intervienen en el proceso: “Muchos padres quieren adoptar a un niño de un día para el otro, lo quieren ya, por distintos motivos, ya sea que padecieron durante muchos años tratamientos médicos de fertilización sin resultados o porque la decisión de un proyecto familiar tardó en llegar”, dijo la directora del Registro Único. En cuanto a las mujeres que venden a sus hijos, añadió: “Es más fácil vender un hijo que acudir a la Justicia. No es ilegal dar un niño en adopción y tampoco eso implica que si la mujer tiene otros niños y sólo quiere renunciar a la potestad de uno, le van a sacar al resto”.

La sociedad también es responsable. En el caso de La Rioja, un pariente de la parturienta avisó a la policía de la venta del menor, lo que disparó la pesquisa y luego la posibilidad de recuperar al recién nacido. “Con un llamado telefónico se puede alertar sobre lo que pasa. Si vemos, por ejemplo, que una vecina tiene panza y se encuentra en una situación de vulnerabilidad, y tiene indicios de no poder hacerse cargo”, aclaró la funcionaria.

Adopción es el proceso que se desarrolla a través de un juzgado de familia

Cualquier otro intento “es apropiación, compra y venta, como si habláramos de una mercancía”, entiende María del Carmen San Martín, para quien el daño por la supresión de identidades es irreparable: “Tuve sentadas frente a mí a muchas personas adultas que se enteraron de su procedencia. Todas coincidían en el vacío existencial, el no saber quién se es ante uno mismo y la sociedad”.

 

 

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