Otra modalidad de traficar, pero con nombre y apellido
La Fundación Adoptar en agosto del 2006 mostraba uno de los modos de traficar un bebé en la Argentina, que ahora se hace público a través del Diario Clarín
Lo hicimos con nombres, apellidos y la chapa patente de un automóvil, de un matrimonio cordobés que nunca fue investigado, a pesar de haberlo denunciado al hecho ante:
Cámarade Diputados de Santiago del Estero
Cámara de Senadores de Santiago del Estero
Tribunal Superior de Santiago del Estero (similar Corte Suprema provincial)
Gobernador de Santiago del Estero, Dr. Gerardo Zamora
Gobernador de Córdoba Dr. José Manuel de la Sota
Tribunal Superior de Córdoba (similar Corte Suprema Provincial)
Pedido de Juicio Político ante el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Santiago del Estero, para el Dr. Alvaro Mansilla, Juez del Crimen Subrogante de Añatuya, por el desalojo compulsivo de una casa fiscal, cuya desocupación el Gobierno nunca solicitó.
En aquel momento, final de agosto del 2006, a la madre biológica de la niña madre de 14 años, le cambiaron el bebé por una casa “fiscal”, para lo que el juez, desalojó a esta familia y la puso en la calle de esta manera

Fotografía de parte de la familia, en el momento en que es puesta en la calle, por un desalojo compulsivo del Juez Alvaro Mansilla que nadie había solicitado
Como si ello fuera poco, la misma pareja, buscando al “hermanito” regresó a la zona, llevó a parir a la misma niña a la provincia natal de los adquirentes, realizando exactamente la misma operación, en el mismo vehículo, que nuevamente denunciamos, pero que nunca se investigó
DIARIO CLARIN. SANTIAGO DEL ESTERO – Tráfico de bebés. Añatuya, Santiago del Estero, Argentina
En la provincia, se detectaron más de 20 adopciones irregulares
Investigan nuevas modalidades de venta de bebés
Para evadir los controles, el padre adoptivo anota al chico con la madre biológica.

Madre santiagueña engañada
Premio al histrionismo de dos actores sensacionales
Si son descubiertos los traficantes, el marido, en los pasillos del Hospital o Clínica Privada, llorando por cierto, hace un verdadero despliegue actoral frente a su esposa, en la cual le confiesa, que ese hijo que está por nacer es producto de un afair furtivo, que por casualidad tuvo, cuando pasaba por la zona de Santiago del Estero mientras iba a trabajar.
En no más de 17 segundos el marido infiel es perdonado y los médicos, también actores cumpliendo el papel de conmovidos, para evitar males mayores de la pareja en reciente conflicto marital, les certifican que el bebé es hijo propio, con lo que se hacen acreedores al premio de «un hijo» por tan excelente puesta en escena.
La «mujercita», que nunca fue ingresada al nosocomio asistencial, ni como paciente ni como parturienta, sale por la puerta trasera, contando unos pesitos, que le servirán, quizá para comer un sandwich, tomar una gaseosa y regresar a su pueblo natal.
Escribió Julio César Ruiz