Desde donde vienen los bebés…

…alguna vez tuve que optar, pero debo confesar que me dio miedo pensar que no iba a ser feliz, y me quedé sin aceptar lo que me habían ofrecido… ser Down.

Desde allí y de esa manera, perdí la ternura, la carcajada, la alegría de chupar una tableta sin importar ante quién, escaparme a la vereda en calzoncillos, la insolencia de hacerle cosquillas a mis maestros o preparar en mi guitarra, durante un mes entero una canción para cantarle a mi mamá.

Ahora, cuando creo haber aprendido la lección, escucho a cada instante que aquellos, lo que yo me perdí de ser…tienen un cromosoma más…el del Amor, en cambio yo no.

Escribió Julio César Ruiz

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