El Tráfico Humano en Argentina 2010

Joy Ngozi Ezeilo, Representante especial ONU para reportar Tráfico Humano

13.09.2010

En su visita al país, y antes de partir a Uruguay, Joy Ngozi Ezeilo, representante especial de la Organización de las Naciones Unidas para reportar la situación sobre el Tráfico Humano en el mundo, hizo un diagnóstico muy crítico sobre el estado de la trata en la Argentina.

La corrupción de las fuerzas de seguridad y la falta de protección a víctimas e investigadores, está señalado como uno de los mayores problemas.

Expresó que la trata de personas “está aumentando en magnitud”, tanto para explotación laboral como sexual en Argentina.

Su diagnóstico preliminar fue muy duro: manifestó su preocupación por la “impunidad” con la que la trata tiene lugar en el territorio nacional, por la “poca capacidad” para combatirla, por “los abusos espantosos que sufren las víctimas” y por la “corrupción” de la policía y otros miembros de las fuerzas de seguridad que “están directamente involucrados en implementar medidas contra este delito, especialmente a nivel provincial, donde reciben coimas y colaboran ilegalmente con tratantes”, describió.

Ezeilo anunció que en junio del año próximo presentará su informe final sobre la situación de la trata en la Argentina en el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra.

La síntesis de este trabajo, se la puede resumir en los siguientes ítems:

1) Que aumentó la trata laboral y sexual en la Argentina.

2) Que la Argentina claramente se ha convertido en país de destino y en menor medida de origen y tránsito.

3) Que es alarmante la impunidad con la que la trata de personas se lleva a cabo y los horribles abusos a las víctimas.

4) Que existe una pobre coordinación de las actividades contra el tráfico de personas entre organismos nacionales y provinciales.

5) Que no se destinan dineros ni intenciones políticas para combatir este delito.

6) Que hay una inadecuada protección tanto las víctimas como las personas e instituciones involucradas en ofrecerles asistencia y apoyo.

7) Que aumentó la trata de niños, especialmente para servidumbre por deudas y prostitución forzosa.

8) Que los inspectores laborales “no tienen la capacidad necesaria” para combatir la trata de personas para explotación laboral, que también ha aumentado, pero está “mucho más oculta” que la sexual.

9) Que parte de la impunidad de los tratantes se explica por la “corrupción” de la policía y otros miembros de las fuerzas de seguridad que “están directamente involucrados en implementar medidas contra este delito, especialmente a nivel provincial, donde reciben coimas y colaboran ilegalmente con tratantes”

10) Le aconsejó al Gobierno aumentar la cooperación con países vecinos de los que proceden mayoritariamente las víctimas en Argentina, en especial Bolivia, Paraguay y República Dominicana.

11) También le aconsejo al gobierno que destine mayores recursos para combatir la trata de personas y que aplique una política de “tolerancia cero” a la corrupción, para “asegurar que cualquier agente involucrado en el crimen de la trata de personas sea debidamente procesado y severamente castigado”.

Hasta este momento, no hemos logrado que se comprenda la Trata de Bebés, que arrojan sumas siderales y contribuyen al sostenimiento de industrias como la pornografía y la prostitución infantil, el secuestro y modificación de identidad para hacerlos cumplir roles de hijos, alimentar el tráfico de órganos, la mendicidad y la utilización de sus cuerpos para ritos satánicos o el transporte de sustancias peligrosas.

Está tan arraigada a la Trata de Personas a la explotación sexual y laboral, que tan sólo y por aproximación, se habla de trata de niños, cuando la de bebés, para los traficantes es mucho más interesante, desde todo punto de vista como el económico o la cantidad de tiempo y durabilidad de la explotación de sus cuerpos.

 

Escribió Julio César Ruiz

 

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