Zaffaroni…¿y la probidad de los jueces?

Eugenio Zaffaroni Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina

Qué pena, que en un país civilizado, Zaffaroni que es el Poder, o al menos su titular, en vez de dar simples explicaciones coherentes, en el lugar que la Constitución Nacional lo señala, salga a pedir aplausos y conmiseraciones en teatros públicos y nunca responda de una vez por todas, una cuestión de tanta importancia para la población como es si faltó o no, a una norma de Decoro.

Ello, le hubiera saneado el camino de ciudadano honorable, pero no lo hizo, prefirió ocuparle el lugar a las verdaderas víctimas.   

Se defendió y lo defendieron con todo lo que estuvo al alcance, desde las ironías, la necedad, o alegando desconocimiento sobre la explotación de personas en sus departamentos, pasando por el quejoso lloriqueo que “me quieren desestabilizar emocionalmente”…y ahora auto denominarse un pobre “hombre que lo lapidan al borde del suicidio”.

Dr. Zaffaroni, la lapidación es un sistema de martirio más bien de mujeres. Los jueces, tienen una exigencia mucho menor, tan sólo dar explicaciones serias y exponerse a la crítica. Compararse, nuevamente con las mujeres sacrificadas, es acudir a una ostentación de recursos inconmensurable, frente a semejante inocencia enunciada.

Escribió Julio César Ruiz 

           

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