Una nueva esperanza: La A.F.I.P. nos cuida

Salta: Frente del antro en donde AFIP rescató mujeres de la trata

Prostíbulo de Salta donde la AFIP rescató 37 víctimas de trata 

 De hecho y de derecho, en Argentina, la “lucha” contra la trata de personas, está en manos de personas rentadas, que cobran sueldos, subsidios, favores, premios de cargos públicos y prerrogativas especiales a pesar, que en estos más de 10 años lo único que hicieron es comunicarnos periódicamente, cifras… números conmovedores de personas que dicen rescatar, sin que publiciten sus identidades.

De una manera u otra, los argentinos hemos caído una vez más en la trampa de los llamados casos emblemáticos, formatos  tortuosamente construidos desde el Poder, manipulando casos dudosos, novelescos, pero siempre particulares, para esconder el dolor de las mayorías excluidas, que claman por sus hijas muertas o desaparecidas.

Con estas conductas, han sido artífices de la naturalización de la víctima de trata, al pretender contrarrestar las acciones de los delincuentes,  instalando casitas felices en varias provincias, a la espera de alguna  víctima que logre escaparse, aunque las únicas moradoras de esas viviendas sean mujeres venidas de la violencia familiar o adolescentes con fugas transitorias de hogar.

Han llegado a tal desatino, que hay inaugurados jardines de infantes de hijos de mujeres rescatadas de la trata, en varias provincias, sin advertir que la salida del jardincito es la mejor opción para volverlas a secuestrar, para ese entonces, exponiendo lo único que les queda como son sus hijos pequeños estigmatizados por las propias penurias de sus madres.

El tráfico humano en Argentina, sigue destrozando la vida de bebés, niños, niñas, adolescentes y adultos, sin que nadie haga nada. La cantidad de desaparecidos por este crimen nunca llega a saberse, sino y tan sólo los del gobierno militar.

Los únicos secuestros de mujeres que se conocen son los que, logran por su dramatismo algún espacio transitorio en los medios, que rápidamente se desvanecen en las mismas sombras y sigilo en el que ocurrió la desaparición, mientras el gobierno informa periódicamente cifras de rescatadas, que ostentan  como un botín de éxito, cuando en realidad a pasos agigantados, cada vez más se parece a una vergüenza social.

Que la AFIP sea tan efectiva en la lucha contra la trata, nos abre una nueva esperanza

Si la Administración Federal de Ingresos Brutos (AFIP) rescató 37 mujeres sometidas a explotación sexual en una sola redada, en una sola vivienda, en un solo día, en un solo barrio de una sola provincia (Salta)…me pregunto, ¿cuál sería el número de víctimas que podrían liberar por cada día, en cada inspección que hicieran en cada antro, de cada barrio de cada provincia de este país?.

Quizá todos estuvimos equivocados, y en realidad debió ser la AFIP la tabla de salvación de las víctimas del tráfico humano y no lo habíamos advertido.

Ya hay un antecedente importante en el mundo sobre algo similar, cuando se apresó a Vito Corleone, el Padrino, jefe de una de las cinco “familias” que ejercían el mando de la Cosa Nostra en la ciudad de Nueva York en la década del 40 y que en la cárcel se murió de sífilis, apresado, no por sus crímenes sino por evasión fiscal.

Ahora quizá estemos más cerca de terminar con el tráfico y la trata de personas en Argentina, por cuanto seguramente la AFIP, mostrando su parte humanitaria, sumamente desconocida para todos, terminará por meter presos a los atorrantes de las otras 4 “familias” llenas de Poder, que aún faltan apresar.

 Escribió Julio César Ruiz

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