Le digo que no…
Esta es una publicidad de la Fundación ANAR quién atiende, El Teléfono del Niño para toda España.
En la Argentina, El Teléfono del Niño (102) funciona en tan sólo 9 provincias y depende de cada gobernador, razón por la cual, los empleados públicos atienden tan sólo lo que le conviene y cómo les conviene.
Un ejemplo de ello es lo que ocurrió con el 102 – El Teléfono del Niño de la provincia de Tucumán cuya tutela estaba bajo la administración de Fundación Adoptar. Comenzamos recibiendo amenazas cuando denunciamos penalmente a funcionarios santiagueños y tucumanos, involucrados en el tráfico y la trata de bebés.
Finalmente, cuando denunciamos la muerte de niños por aplicación de drogas no aptas para el consumo humano en el Instituto Roca, un orfanato de niños en conflicto con la ley penal logramos la condena por homicidio de su responsable material, la psiquiatra Susana Viale, quien nunca cumplió la pena por no tan sólo por la cercanía profesional al matrimonio Alperovich, sino porque el expediente se lo dio por perdido.
Fue entonces, cuando el Gobernador de Tucumán José Alperovich, su esposa Beatríz Rojkés de Alperovich con la colaboración de Paula Vessvesian, ex titular de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, nos arrebataron el servicio de un modo brutal y salvaje.
En 4 años (2002-2006) habíamos recepcionado 1.987.503 llamadas, en las que se encontraron 1.024 por abuso sexual contra niños, como las de la nena del video que acaba de ver. A pesar de las denuncias penales, ningún pederasta de éstos, ni siquiera fueron llamados a declarar.
Por cierto, quedaron hasta el momento impune cientos de delitos encubiertos por el poder judicial que está condjucido por una Corte que bien merece llamarse el club de amigos de José Alperovich
Se apagó el Teléfono del Niño en la provincia de Tucumán en junio del 2006, ahora los niños, niñas y adolescentes cuando llaman, al igual que en las demás 15 provincias, no tienen respuestas, ni tienen a quién contar lo que les pasa…evidentemente un servicio maravilloso, que incomoda la impunidad de la cual gozan los funcionarios en la actualidad.
Escribió Julio César Ruiz