Compra/venta de bebés: La complicidad y la naturalización se suma de a uno

A diario se perpetúa, se naturaliza y hasta se facilita, gracias a la apatía Social, la compra venta de bebés.

Puede entenderse este fenómeno por ser un asunto doloroso de reconocer y hasta una desgracia humana difícil de digerir, sentimiento éste que no se modifica, ni siquiera cuando divulgamos los destinos inconfesables hacia los cuales son enviados nuestros recién nacidos como materia prima de industrias tales como:

La pornografía y prostitución infantil, mendicidad, desguace de órganos, uso de sus genitales para el transporte de sustancias (mulas), para sexo oral en bodegones latinoamericanos o para ritos satánicos, vivos o muertos, dentro o fuera del país.

Alienta el letargo comunitario que en realidad hechos de esta naturaleza, en Argentina no son delitos de trata de personas, cuando se venden para cumplir roles de hijos dentro o fuera del país.

Ni siquiera los católicos, que representan la mayoría de la población se preocupan, por cuanto el encubrimiento, ni siquiera les pone en peligro la promesa de la salvación eterna, garantizado esto por sus propios representantes que demostraron con claridad, que los niños están exento del amparo celestial y que ni siquiera la utilización de sus cuerpos como mancebos sexuales contraría algún precepto cristiano.

Colaboran también en este ocultamiento, el fuerte poder comunicacional de los medios y dentro de ellos la especial compulsión de los famosos de hacer públicas, no tan sólo sus intimidades, sino también las de sus hijos, aunque sean menores, ante la vista y escucha de millones de personas.

Luisa Albinoni otrora humorista es la que nos demuestra esta conducta respondiendo preguntas de una conductora de televisión, ante la presencia de su hija adoptada desde los 7 años, ahora de 14, sin interesarle la exposición a la que la somete, en una especie de “terapia” que seguramente la niña no quería expresar ni el público escuchar.

El mismo día, en otro programa, Albinoni hace declaraciones verdaderamente perturbadoras, las que podemos escuchar en un video de tan sólo 3:06 segundos, en el cual convierte la problemática de la trata de bebés en una cuestión que se debe ocultar y que por supuesto merece nuestra reflexión. La escuchemos…

Si sumamos una a una las albinonis del mundo entero, veremos cómo se va creando la conciencia universal de una sociedad del silencio, de la complicidad, de la naturalización de un delito espantoso, que está presente, agazapado detrás nuestro, aunque cerremos los ojos para no ver.

Albinoni seguramente sin quererlo, se transforma en vocera de los tratantes cuando delante de los productores, de los camarógrafos, de su hija, de millones de televidentes y de los propios católicos, declara públicamente: Que las mafias existen; que venden niños; que a ella le ofrecieron rubios con ojos claros; que dichas organizaciones son poderosas y que es imposible denunciarlas por cuanto significaría pagar el costo altísimo de la aridez del exilio.

Estos dichos siembran en el inconsciente popular el concepto de que es peligroso denunciarlos, que es mejor callarse para no quedar involucrado en nada, proponiendo el silencio como única manera de protegerse y preservar la salud, el patrimonio y hasta la patria, condena ésta tan inhumana, que por supuesto nadie está dispuesto a soportar.

Albinoni desconoce que estas mafias están conformadas por delincuentes comunes asociados a funcionarios públicos que administran la compra venta de niños, con toda libertad, hasta el momento, en 13 provincias argentinas y que generan día a día la desaparición del instituto jurídico de la adopción como único modo civilizado de ser mamá o papá.

Fundación Adoptar desde diciembre del 2003 los viene denunciando judicialmente, con nombres y apellidos a delincuentes de Santiago del Estero, incluido Monseñor Antonio Baseotto y su hermana y jamás se nos ocurrió escondernos en otro país…pero evidentemente éste esfuerzo, absolutamente solitario no fue suficiente.

Primer denuncia penal

Ampliación de la primera denuncia penal

Segunda denuncia penal

Usted, ¿nos acompaña en esta patriada?… ¿cómo? Enviándonos información concreta de estos hechos al mail fundacion@adoptar.org.ar la que será tratada con absoluta reserva y confidencialidad.

Escribió Julio César Ruiz

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