La ardua labor, de ser mamá o papá
Este corto metraje, desde la mirada de una niña, puede relatarnos, diferentes tipos de vidas…
La que se sufre, por haber sido hija de la violencia, la que puede verse desde el abandono o simplemente de cómo los niños son, sienten, experimentan y vivencias sus cosas, desde el trato que reciben de sus padres.
Si tuviera que enviar un mensaje a las mujeres golpeadas, les daría las siguientes 3 advertencias:
1) Ese no es el amor, eso se llama perversión y vos no sos por quién él tiene ganas de jugarse, de comprenderte de asociarte en la construcción de un hogar sólido.
2) Estos depredadores son facinerosos y cagones que sólo golpean a los niños y a las mujeres que se muestran vulnerables, y las otras, que asienten sus golpes, después de cada cíclica luna de miel.
3) Si quieres deshacerse de él, pégale un portazo y huye de su lado.
Si no lo haces serás cómplice del violento, porque estarás reafirmándole a tus hijos, que el maltrato y el golpe es el amor, que así se ama, y con ello, formando hombres y mujeres golpeados, como aquel idiota, que acabas de hacer desaparecer de tu vida.