Historia del presidente
        Un ejemplo a no seguir
        Este sitio desea volcar las experiencias de una pequeña historia de amor. Quiere ser un instrumento
            para colaborar en situaciones difíciles por las que algunas personas, ofuscadas por el temor, por la
            desconfianza o el descreimiento en el amor, reaccionan desesperadas, sin saber, sin entender, qué les
            está ocurriendo.
        Julio César Ruiz se define a sí mismo como un modelo. Nació en la norteña
            provincia de Tucumán, Argentina a principios del año 51 o a fines del 50 bajo circunstancias
            no completamente claras. Hijo extramatrimonial de un médico rural y de la enfermera que lo ayudaba en
            el precario hospital, fue entregado a una familia de la ciudad que lo crio ocultándole sus
            orígenes. Repitió algunos cursos de la primaria, por malas notas alguna vez y por una larga
            hepatitis en otra oportunidad. La secundaria la terminó a los 35 años y la carrera de
            abogacía la dejó a la mitad. Tuvo un puñado de trabajos, fue taxista, mozo de bar,
            empleado de comercio vendiendo artículos para el hogar, personal jerárquico en la empresa de
            energía eléctrica de su ciudad y finalmente se jubiló muy joven por invalidez luego de
            un infarto. Se casó dos veces y tuvo más de media docena de hijos y desde el año 2000
            aboca su vida a la defensa de los derechos del niño, a la investigación de temáticas
            relacionadas con la niñez, a asesoramiento en adopciones y a sanar a través de todo ello, una
            propia infancia herida, una adolescencia rebelde y una adultez que estuvo marcada por la búsqueda y
            encuentro de sus propios orígenes biológicos. Julio César Ruiz se define a sí
            mismo como un modelo... que no hay que seguir.